De camping en Moraira con la furgoneta

Después de ocho años yendo en caravana, el pasado fin de semana decidimos hacer una pequeña salida con la furgo para nosotros y un par de tiendas de campaña para las niñas.

Es muy diferente ir con tiendas de campaña y furgo que ir con caravana. Con la caravana lo peor es ir a recogerla, engancharla, llevarla al camping y colocarla en la parcela. Es algo incomodo hacerlo para una sola noche, por lo que mínimo sales el fin de semana completo.

Con furgoneta puedes salir el sábado por la mañana y volver el domingo por la noche. Solo pagas una noche de camping pero tiene la pega de que no cabemos los cuatro dentro, ya que nuestra Hyundai H1 solo tiene una cama de matrimonio.

Pero solo necesitamos una tienda de campaña o dos pequeñas como fue nuestro caso y dos colchones inflables.

El equipamiento difiere en la furgo. Al contrario que cuando vas en caravana tienes el espacio muy limitado.

En la furgo no puedes llevar cosas inútiles. !! Simplemente no caben !!. Este fue nuestro equipamiento para un fin de semana cortito

 

Lo malo de salir de sábado a domingo es que no puedes ir muy lejos. El camping que escogimos fue el Camping de Moraira donde ya habíamos estado hace tiempo con la caravana.

Es un camping muy pequeño, situado en una montaña cercana al núcleo urbano de Moraira. La mayoria de las parcelas son muy justas y algo incómodas para ir con caravana, pero son perfectas para una furgoneta o tiendas de campaña.

Estas son las mas amplias, situadas en la parte de abajo del camping junto a los mobil homes y donde al final nos quedamos.

El camping tiene abundante sombra y lo único que no me gustó esta vez fue el trato que nos dieron a la llegada.

Como no todas las parcelas son igual de grandes, ellos ofrecen las mejores parcelas, las más amplias, con sombra y toma de agua, a los que van para largas estancias. Y a los que vamos a pasar un día, aunque nos cobran lo mismo, nos dan las peores parcelas.

Y para el colmo las parcelas más pequeñas y sin sombra tienen arena en vez de grava porque lo que nada más entrar pregunté si no tenían ninguna otra parcela libre. “No”, me dijeron. “están todas cogidas.” Y dicho esto la chica se fue con los dos carnets en la mano para rellenar la ficha de la estancia.

Después de ver las condiciones de la parcela, con arena, sin sombra y tan pequeña, le dije a mi mujer que mejor irse a otro sitio. Aquello por 46 euros la noche era un robo. Nos subimos a la furgo, dimos media vuelta y fuimos a pedir los carnets.

Pero milagrosamente aparecieron dos parcelas “de las buenas” libres. Con grava, abundante sombra y toma de agua a pie de parcela y nos quedamos.

Y a montar el campamento…. Montar tiendas, inflar colchones y colocar sacos de dormir.

Otra diferencia con la caravana, pues con ella solo es colocar y poner patas.

 

Las niñas disfrutaron de la piscina y nosotros de la amplia sombra de la parcela y del fresco viento que soplaba. Por la noche incluso pasamos frio. Y para cenar, como no, una buena barbacoa. Nunca una noche dio para tanto.