Doñana, un camping arrasado por el fuego.

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Pocos días antes de ser arrasado por el incendio, el Camping Doñana estaba casi lleno. Cerca de 3.000 personas disfrutaban tranquilas de unas excelentes instalaciones que daban trabajo a más de cien personas.

El incendio forestal registrado en el Parque Natural de Doñana se originó el sábado 24 de Junio de 2017 en Huelva y afectó a casi 8.486 hectáreas de matorral y arbolado.

En la costa de Huelva, hoteles y campings fueron desalojados en plena madrugada por la proximidad del fuego.
La mayor evacuación, con casi 1500 personas, se dio en el Camping Doñana.

A pesar de las llamadas a la calma por los servicios de emergencia, la gente comenzó a marcharse masivamente del camping a eso de la una y media de la madrugada del sábado. A las cinco y media, fueron los servicios de emergencia los que evacuaron a los campistas que aún quedaban en el recinto, al invadir el humo la mayor parte de su superficie.

José Luis Villalobos, uno de los dueños, afirmó que los evacuados, que se contaron por cientos, perdieron todas las pertenecías que dejaron atrás. «Salvaron algo quienes se llevaron el coche o la tienda, cuando les evacuaron de forma preventiva», recuerda Villalobos. «Pero los que tienen caravanas fijas por ejemplo no se pudieron llevar nada»

Entre llantos y protestas los campistas han narrado en varios medios el pánico vivido cuando fueron desalojados tras huir a la playa.

A una de ellas, Rocío, va a costarle mucho olvidar lo sucedido “Lo material me duele porque tengo cerca de 20.000 euros metidos ahí, pero el infierno que yo pasé durante la noche del sábado desde luego que no se lo deseo a nadie”.  Rocio huyo corriendo a la playa con su niña de diez meses envuelta en una toalla.

“Mi hija está con un body. No tengo nada. Salí con un bikini y unas chanclas. Dentro no se ha llegado a apagar el fuego y hay muchas bombonas en el restaurante, así que no me garantizan que recupere las cosas. Tengo el parque de mi hija, el andador, los portátiles, la televisión, los juguetes, la bicicleta de mi niño… No tengo nada en mi casa”, comentaba desesperada.

Otro campista llamado Juan fue más afortunado y pudo conservar su caravana. Aunque inicialmente estaba tranquilo porque “sabía que tenía escapatoria al haber una vía libre por la que poder circular” cuando el fuego se acercaba se puso nervioso. Su mujer recuerda con estupor los gritos de los clientes del camping cuando se fue la luz: “Todos lloraban, se oían chillidos y yo pasé muchísimo miedo. La verdad es que hasta que no llegamos a Matalascañas no me quedé tranquila”.

El camping ha quedado prácticamente arrasado por las llamas.

Pero no siempre fue así.. aun podemos encontrar por la red imagenes de como era este recinto en todo su esplendor…

 

 

 

Esperemos que pronto vuelva a ser lo que era y que podamos volver de Camping a ese sitio tan maravilloso que es Doñana.